viernes, 9 de octubre de 2009


QUÉ EVALUAR?


La evaluación es parte intrínseca del proceso de enseñanza-aprendizaje; mientras se lleve a cabo la acción pedagógica, debe reflexionarse sobre ella para optimizarla. Es decir, permanentemente, se está obteniendo información acerca del proceso. Para ello es imprescindible considerar como sujetos y objetos de la evaluación a todos los participantes: alumnos, docentes, padres y representantes, administradores y otros miembros de la comunidad educativa. Esta variedad de participantes ofrece un amplio rango de posibilidades que se podrán contemplar en la práctica de evaluación en el salón de clases.

Debe evaluarse al alumno integralmente, considerando los diferentes aspectos que intervienen en la construcción del conocimiento, como son: esquemas cognoscitivos, nivel de maduración, concepciones, estilos de aprendizaje, estrategias de aprendizaje, conocimientos previos y los que se desea que aprenda, experiencias, intereses, necesidades, motivaciones, disposiciones, contextos en los que se desenvuelve, habilidades, destrezas, hábitos, nivel de autonomía. Todos estos aspectos pueden ser considerados en cualquier situación en la que se encuentre el alumno y que permita obtener información acerca de su proceso.

Puede recabarse información no sólo de la actividad individual del alumno, sino también de su desenvolvimiento en la clase y de su trabajo en equipo, de su relación con el docente, con su familia y con otros miembros de la comunidad educativa. En ese sentido, la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación se convierten en formas complementarias de evaluación, ya que diferentes puntos de vista ofrecen información más variada y objetiva.
Equipo de Yenny Rivero, Blanca, Ysmelda, Oswaldo, Rosa, Dalia y Rhona

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